Cierra los ojos y piensa en una rebanada de pan, caliente, crujiente y aromática. Ahora imagina esos tomates de verano, rojos, carnosos, con la fragancia de la mata... Acompaña la visión con unas lonchas de jamón... y ahora abre los ojos. Sírvete una bebida fría y disfruta del momento. Buen provecho
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