«No es de buen tono servir una serie de manjares que no armonicen entre sí.»Me gusta muchísimo la comida persa, la pena es la escasa oferta de recetarios disponibles en español.
(Ibn Yabqa Ibn Zaik. Gastrónomo cordobés, siglo IX)
Esta cocina, sencilla y elegante, tuvo un embajador espléndido en el siglo IX, Abu al-Hasan Ali ibn Nafi', conocido por el apodo de Ziryab (Mirlo negro). Músico exiliado de Bagdad, llegó a la Córdoba Omeya, convirtiéndose en asesor culinario de la corte. Enseñó el orden en el que debían servirse las comidas, recomendó el uso de copas de cristal, de finos manteles de cordobán, y en definitiva, refinó la tosca cocina hispana. Un personaje fascinante.
La elegancia y el color de la comida persa se reflejan en platos tan sencillos como este mezze a base de yogur. A los persas les encanta sustituir el pepino y la menta del maast' o khiar, su propia versión del tzatztki griego, por espinacas (ver receta de boraní) o remolacha, como en este caso.
Ingredientes
- 1 yogur natural (griego o natural bien escurrido)
- 1 diente de ajo
- Sal
- Eneldo
- Hierbabuena picada
- 50 gr de remolacha cocida de tarro
- Unas gotas de limón
- Poner en un bol el yogur. Picar en trozos muy pequeños la remolacha que ha de estar bien escurrida y añadirlos al yogur.
- Rallar el diente de ajo, o en su defecto, picarlo lo más pequeño posible. Aliñar con el limón, la sal y las hierbas picadas.
- Mezclar y servir acompañado de pan de pita, pan tostado o al gusto.
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