domingo, 31 de mayo de 2020

Fresas con piña y azúcar de menta

«...mío el olor de cada hoja, y mía una hoja para todos, y el perfume…¡Oh, divino, perfume!»
(Leigh Hunt. Ensayista, poeta y escritor inglés)
Cuando los europeos conocieron la caña de azúcar quedaron muy sorprendidos. Describieron aquella planta como "una caña que produce miel sin ayuda de las abejas". Su popularidad se hizo tan grande que en el siglo XVII se consideró un artículo precioso y continuó siéndolo hasta el siglo XIX, momento en el que fue desbancado por la remolacha azucarera.
A pesar de que se ha demonizado el azúcar, sobre todo por su uso abusivo, para mí es un condimento indispensable. No sólo proporciona dulzor, también inhibe el crecimiento de microorganismos, por eso se usa en conservas, activa las levaduras del pan y realza, como pocos endulzantes, el sabor y la textura de preparados al horno.
Cuando sirvo la fruta, me gusta hacerlo en bandeja y con frutas variadas de estación. A veces, para darle un toque distinto las perfumo con azahar o agua de rosas pero en esta ocasión he optado por un azúcar aromatizado. Para ello basta mezclar con azúcar pétalos de flores (rosa, lavanda, geranios) o semillas (cardamomo, vainilla) e incluso especias como canela o clavo. Así de simple. Todo bien seco y en tarros bien cerrados. En pocos días se puede disfrutar de un azúcar perfumado.
Pero en esta ocasión he ido por la vía rápida y he triturado el azúcar con hierbas y lo he esparcido sobre la fruta. La menta, la hierbabuena o la albahaca son perfectas para esto.

Ingredientes

  • ½ piña
  • 200 gr de fresa
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 8 hojas de menta
Preparación
Es muy simple de preparar. Basta con mezclar 2 cucharadas de azúcar con un puñadito de hojas de menta. Machacarlas en el mortero para extraer todo su aroma y esparcirlas sobre la fruta.

Buen provecho.

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