Las patatas son uno de mis bocados favoritos, sobre todo si son nuevas.
Uno de esos placeres cotidianos que tanto me gustan es acercarme a la frutería y percibir el aroma que desprenden las frutas y verduras, algo que por desgracia se va perdiendo al utilizarse barquetas o envasados. Por eso cuando paso por una frutería que desprende aromas de verdad, no me resisto a entrar y siempre me llevo algo aunque no lo necesite.
En esta ocasión me dejé seducir por unas patatas nuevas, inmaculadas y lustrosas con las que preparé otra de esas socorridas y deliciosas ensaladas que gustan a todos. Utilicé chistorra, un embutido vasco-navarro y aragonés semejante al chorizo, aunque más blando por su corta curación. Suele emplearse para acompañar huevos con patatas o pintxos, pero yo lo puse en ensalada para darle un toque distinto y colorido.
Ingredientes (para cuatro personas):
- 500 gr de patatas nuevas
- 250 gr de judías verdes
- 1 cebolleta
- 1 manojo de rúcula
- 150 gr de chistorra
- 1 cucharada de semillas de calabaza
- Aceite de oliva
- Vinagre de jerez
- Sal y pimienta
Preparación:
Pelar y cortar las patatas. Cocerlas en agua hirviendo con sal hasta que estén tiernas. Lavar y cortar las judías a la francesa (en tiras finas). Cocerlas en otra cazuela con agua salada y reservar. En un bol, poner las patatas y las judías escurridas. Añadir la cebolleta cortada en aros y aliñar con aceite y vinagre. Saltear la txistorra en una sartén y escurrirla bien de grasa. Disponer la ensalada en una fuente, colocar la txistorra encima y añadir la rúcula con las semillas de calabaza.
Buen provecho
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