Marmita andaluza de garbanzos

Pocas veces utilizo pastillas de caldo para cocinar. Reconozco que son útiles, de hecho tengo unos cubitos de caldo biológico sin glutamato que están bastante bien y que empleo en caso de emergencia, pero sin duda prefiero el sabor de un buen caldo hecho de forma tradicional.
Esta marmita está hecha con caldo (cada uno a su gusto, de huesos o de pastilla) e ingredientes sencillos y baratos. Como decía Igone Marrodán, cocina sencilla para tiempos complicados. No le falta razón, pues para comer bien no hace falta gastar una fortuna. Este plato es buena muestra de ello. Con unos huesos, unas verduras y unos garbanzos se obtiene una reconfortante marmita, ligera y llena de sabor, que gustará a los amantes de los platos de cuchara. Tiene además esa gracia que le aporta la calabaza y las judías verdes, tan típicos en la cocina andaluza.

Ingredientes (para cuatro personas):

• 4 carcasas de pollo
• 1 punta de jamón
• 1 hueso de espinazo salado
• 1 trocito de chorizo
• 2 patatas medianas
• 150 gr de garbanzos secos (o un tarro, ya cocidos)
• 1 nabo
• 1 rodaja de calabaza
• 150 gr de judías verdes
• 200 gr de repollo
• Sal

Preparación:
Hacer un caldo con los huesos y el chorizo. Dejarlo reposar (mejor de un día para otro) y colarlo para quitar la grasa. Poner los garbanzos en remojo la noche anterior, si se van a utilizar secos. Pelar y limpiar las patatas y las verduras. Picarlos en trozos regulares. Disponer en una cazuela el caldo colado y cuando esté caliente, echar los garbanzos y cocer hasta que estén casi hechos. Incorporar después las verduras, rectificar de sal y cocer hasta que todos los ingredientes estén tiernos.

Buen provecho