Aunque en casa consumimos bastante pescado, no siempre me resulta fácil prepararlo. Las espinas son el mayor problema, el pescado congelado resulta insípido y el fresco puede tener anisakis. Por eso casi nunca hago preparaciones a la sal, a la espalda, o utilizo pescado como la caballa si previamente no están muy limpios y troceados. Reconozco mi fracaso intentando enseñar a comer pescado con espinas, a mi familia ¡Son unos vagos!
Una buena solución consiste en preparar hamburguesas. Son vistosas, fáciles de comer y admiten todos los ingredientes que quieras añadir. Por ejemplo, a quienes guste el marisco podrán añadir gambas o langostinos picados a la mezcla o preparar una salsa con chirlas, tellinas o berberechos. Siempre digo lo mismo: cada uno a su gusto.
Aquí dejo esta receta.
Ingredientes (para cuatro personas):
- 4 filetes grandes de pescado congelado (o el que uno quiera)
- Un huevo
- Una rebanada de pan de molde grande remojada en leche
- 2 dientes de ajo
- Un poco de perejil picado
- 3 cebolletas
- Unas cucharadas de aceite
- Una cucharadita de azúcar moreno (o de caramelo líquido)
- Sal y pimienta
- Harina para fritura
Preparación:
Picar media cebolla y pocharla en una sartén. Reservar. Picar el resto de las cebollas en aros o tiras finas y ponerlas en una cazuela con aceite a temperatura baja para que vayan soltando su propio azúcar. Añadir después una cucharadita de azúcar (o caramelo líquido) para aumentar su dulzor.
En un robot de cocina, mezclar los filetes de pescado crudos, el huevo, el ajo, el perejil, el pan remojado en la leche, la cebolla reservada, la sal y la pimienta. Hacer una pasta con esta mezcla y dar forma a las hamburguesas con ayuda de la harina para freír. Freírlas en una plancha con unas gotas de aceite hasta que se hagan bien. Cubrirlas con la cebolla caramelizada y acompañarlas de algo verde como lechugas, rúcula o verduras.
Buen provecho
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